
Datos Generales
Localización:
España - Euskadi - Bizkaia - Getxo - Ubicación Google Maps
Características:
Altura Focal: 83 m.
Altura Soporte: 8,5 m.
Alcance: 35 km,
Gestiona el Faro:
- No es posible visitar el interior del Faro
- Depende y está gestionado por la Autoridad Portuaria de Bilbao
Entorno
- Parking: Fácil a unos 200 mentos de la cerca del Recinto
- Acceso al faro: No se puede visitar.
- Alrededores: Práctica de senderismo - Zona de paseo - Playa próxima.
- Servicios: Hay cafeterías y otros servicios cerca del Faro
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El Faro: Un destino en tu ruta

Ubicación:
El Faro de Punta Galea se alza sobre los impresionantes acantilados de la Punta Galea, en el municipio de Getxo (Guecho), en la provincia de Bizkaia, País Vasco. Se sitúa dentro del histórico Fuerte de la Galea, a la entrada del estuario de Bilbao, con vistas privilegiadas a la ría y al mar Cantábrico. Aproximadamente a 3,8 millas náuticas al sureste del Cabo Matxitxako, sus coordenadas exactas son 43°22′24″N 3°02′00″O. Este faro es gestionado por la Autoridad Portuaria de Bilbao, encargada de su mantenimiento y funcionamiento.
Historia
Punta Galea ha sido, desde hace siglos, un lugar clave para la vigilancia y defensa de la costa vizcaína. Ya en la Edad Media se utilizaba como punto de observación para detectar la presencia de ballenas y flotas enemigas, y a finales del siglo XVI existen registros de atalayas construidas en esta estratégica ubicación.
En el siglo XVIII, la zona adquirió un perfil más defensivo con la construcción del Fuerte de la Galea, conocido también como el Castillo del Príncipe. Esta fortificación protegía la entrada a la ría junto a otras baterías costeras, desempeñando un papel esencial en la seguridad marítima de Bilbao.
Con el tiempo, la vigilancia con hogueras y atalayas dio paso a los faros, y en Punta Galea se han levantado tres a lo largo de su historia:
- El primer faro, diseñado por Antonio Etxanobe, se construyó en 1852 sobre las ruinas del fuerte. Contaba con una torre de 11,5 metros de altura y emitía una luz blanca fija con un alcance de 10 millas náuticas. Sin embargo, las frecuentes nieblas y la confusión con las luces industriales de los Altos Hornos de Vizcaya hicieron que su efectividad fuera limitada.
- En 1905 se inauguró el segundo faro, con un diseño más ambicioso: una torre octogonal y un edificio en forma de "U". Ofrecía un alcance de 29,5 millas y, debido a las constantes nieblas, se le incorporó una señal acústica. Al principio, esta consistía en explosivos que estallaban cada cinco minutos, pero el sistema resultó caro y poco práctico, por lo que en 1927 fue sustituido por una bocina. El faro se electrificó en 1933, pero la erosión del terreno obligó finalmente a su cierre.
El faro actual, el tercero en la zona, se construyó en 1950, 180 metros más atrás que el anterior para evitar riesgos derivados de la erosión. Esta versión moderna cuenta con una lámpara eléctrica de 1500 W que emite tres destellos de luz blanca cada ocho segundos , con un alcance de 19 millas náuticas (unos 35 km). Su ubicación más segura garantiza su operatividad hasta el día de hoy.

Descripción:
El Faro de Punta Galea que podemos ver hoy es una construcción sobria y funcional, compuesta por tres cuerpos rectangulares escalonados. Los laterales fueron pensados como viviendas, mientras que el cuerpo central alberga la sala de máquinas, estancias de sustitución y un pequeño despacho.
En la fachada norte se adosa su característica torre cilíndrica, construida en piedra vista, que sostiene el sistema de iluminación. La luz se encuentra a 8,5 metros de altura sobre el suelo y a 83,5 metros sobre el nivel del mar, lo que le permite una visibilidad óptima desde alta mar. Su linterna, de tipo aire-mar, utiliza una lente apoyada sobre un baño de mercurio, que garantiza un giro suave y preciso del sistema óptico. El faro es completamente automático y dispone de un equipo de emergencia que garantiza su funcionamiento en caso de avería.
Entorno:
El Faro de Punta Galea se encuentra rodeado de uno de los paisajes más espectaculares de la costa vasca. Los acantilados ofrecen vistas panorámicas sobre el bravo mar Cantábrico y constituyen un escenario perfecto para pasear, hacer fotografías o simplemente contemplar el horizonte.
La zona es también un paraíso para los amantes del senderismo, gracias a rutas como el paseo de Aixerrota, que conecta con las playas de Azkorri y Sopelana. A escasa distancia del faro, se encuentra el Fuerte de la Galea, una de las fortificaciones costeras mejor conservadas del País Vasco, aunque hoy se encuentra en estado de abandono y figura en la Lista Roja de Hispania Nostra.
Junto a la antigua ubicación del segundo faro todavía pueden verse los altavoces del sistema de niebla Pintch, que recuerdan el esfuerzo histórico por garantizar la seguridad de los navegantes en días de mala visibilidad.
El entorno del Faro de Punta Galea es ideal para quienes buscan planes al aire libre. Sus caminos y acantilados son perfectos para caminatas, paseos en bicicleta, running o simplemente para dar un tranquilo paseo con mascota. Se trata de un lugar perfecto para desconectar, caminar sin prisa y disfrutar de las impresionantes vistas del Cantábrico.

Curiosidades:
El acceso al faro y a sus alrededores es libre y sencillo. Se puede llegar hasta la puerta del recinto y recorrer los senderos que bordean los acantilados, disfrutando de vistas inmejorables en cualquier momento del día. Cerca del faro hay aparcamientos y el área es muy frecuentada por caminantes y ciclistas
Aunque no es posible visitar el interior del faro —pues su acceso está restringido—, su historia está llena de detalles curiosos. En tiempos anteriores al faro, aquí se encendían hogueras para guiar a los barcos y vigilar la costa. Además, el primer faro sufrió el problema de que su luz se confundía con las de las fábricas de los Altos Hornos, lo que dificultaba su función.
El segundo faro incorporó un curioso sistema de señal acústica basado en explosivos, que si bien era llamativo, resultó poco efectivo y demasiado costoso, por lo que fue sustituido por una bocina en 1927.
Recientemente, en 2016, se intentó sacar a concurso su uso como restaurante, pero la propuesta no llegó a concretarse.