Tras innumerables naufragios en la zona del Cabo de Vidio se inaugura este faro en 1950. Es muy fácil llegar a él por carretera. Hay que seguir la carretera de la costa que enlaza Gijón con Luarca, dejando atrás la desviación de Cudillero. Un sinuoso ramal que transcurre por el paisaje típico de la zona oriental asturiana conduce hasta Oviñana, y 2 km después, al cabo de Vidio.

Tiene un aparcamiento de tierra y un paseo que recorre los alrededores de faro por un camino de tierra muy estrecho. Las vistas son espectaculares y hay miradores para apreciar el mar y los increíbles acantilados. Merece la pena recorrer ese estrecho sendero hasta el final del cabo para ver los acantilados y la pequeña isla al norte. Si vas con tiempo se puede bajar hasta la pequeña playa y ver la gruta que hay debajo. Por la parte de detrás del faro hay un camino solo apto para personas valientes y sin vértigo con un cortante en vertical impresionante.

No puedes dejar de acercarte a la Playa del Silencio.

Huellas

Imágenes facilitadas por viajeros de la Ruta 181.

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